Se suele hablar y escribir mucho sobre la importancia de la separación e independencia de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Pero no menos importante es la independencia y separación del llamado "cuarto poder", los medios de comunicación. La prensa, en muchos países, ha sido considerada como el Cuarto Poder, tras el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, aunque, avanzado el siglo, ahora afronta la muy seria competencia que representa la televisión. Su poder radica en el hecho de informar y, a la vez, formar opinión. Hay amplios sectores ciudadanos en países con alto nivel de desarrollo, que no desean establecer un juicio propio sobre los problemas de la sociedad, prefiriendo que la Prensa piense por ellos. Tal cosa ocurre, incluso, en los Estados Unidos: los lectores eligen un periódico y los periodista de éste, redactan y ofrecen los argumentos para la interpretación de los hechos políticos, sociales o culturales del día a día del mundo. Algunos periódicos han alcanzado prestigio mundial como The Times de Londres, Le Monde de París o el New York Times, de Estados Unidos. Hoy en día la información se ha convertido en un instrumento de poder; ha sido capaz de atraer la opinión de la sociedad influyendo en ella de una manera voraz, un elemento de manipulación a través del que se defienden diversas posturas e ideologías, un elemento que incide en nuestra manera de pensar inconscientemente. Tras el poder ejecutivo, legislativo y judicial se encuentra el cuarto poder: la información, en manos de unos pocos privilegiados, que tiene como finalidad informar y busca como objetivo que esa información llegue a la sociedad. actualmente no toda la información que nos llega a través de los medios es fiable, sobretodo aquella que denominamos “prensa amarilla” en la que se dan preferencia a los escándalos, la mayoría ficticios, para conseguir lectores, asimismo algunos diarios defienden posiciones políticas o económicas, aparentando, en principio, ser neutrales. Una vez descubierto el valor extraordinario de la prensa, todos los representantes tratan de aprovecharla en su servicio, pero llegó el momento en el que el instrumento se hizo superior a sus manipulaciones. Todo ello da lugar a que se creen asociaciones de vigilancia continua para prevenir el abuso que se ejerce desde el cuarto poder, estas asociaciones luchan contra la manipulación de la información, contra el engaño que se pueda desempeñar a través de los medios de comunicación. En resumen la información presente tanto en la prensa como en radio, televisión e Internet se ha convertido en un elemento de posible manipulación que no puede ser controlado por ninguna ley y no conoce límites, hablamos del cuarto poder. El poder, está considerado como un elemento con capacidad para tratar de persuadir y de influir sobre la ciudadanía gracias a que posee los resortes socioeconómicos e informativos para ello. Por consiguiente tanto el poder político como el económico es el poder que emana de un sistema concreto: la información. Este poder real lo forman grandes empresas de las finanzas, las telecomunicaciones, la información... de una forma explícita, clara; pero también existen otras presentes de forma implícita, supuestas empresas accionistas que se ven beneficiadas a través de los medios a los que respaldan. La información ha sido definida como el “cuarto estado del reino” por Maculay y como “cuarto poder” por Edmund Burke, en la actualidad, la información, es un elemento del primer poder, del poder que un sistema contiene. Al hablar de poder e información hay que interrelacionar tres conceptos: información, periodismo y publicidad. Cuando en el mundo de la información se dan intereses publicitarios, la libertad del periodista y del creador disminuye, lo que es un obstáculo para que reconozcamos la existencia de una publicidad correcta, informativa, veraz y no agresiva. Como ya sabemos la información es enviada al receptor a través de un canal, esa información contiene un conocimiento determinado y ese conocimiento es puesto en común. Atraviesa las fases de emisión, codificación, transmisión, descodificación y recepción produciendo en sus destinatarios una intención ideológica, esta ideología denota un sistema de representaciones sometido al sesgo, al rumbo de una perspectiva y de un interés particular. Las estructuras han sido consecuencia de la acción del ser humano. Es preciso indicar que, por sí mismas, no constituyen un elemento negativo, la negatividad viene dada por la apropiación de que son objeto para el interés particular. Según las encuesta realizada en octubre del 2002 el 72% de los encuestados afirman que la comunicación influye en el pensamiento humano de una manera positiva o negativa dependiendo de sus ideologías. El 86% alegan que no se da a conocer toda la información que se ocultan algunos temas relacionados con la política, la salud pública, las drogas, el terrorismo... todo lo que afecta a nuestro entorno, a la sociedad. El 98% se da cuenta de que la información es un elemento manipulador y que generalmente defienden posturas políticas o económicas. “La prensa ha hecho y deshecho gobiernos, ha creado unas reputaciones, ha arruinado otras(...). Por eso le han llamado el cuarto poder, y en algunas ocasiones pretendió ser el primero”